Entiendo que muchas personas pueden tener más éxito trabajando solos, pero creo que esta es una excepción a la regla y no es la norma.
 
Trabajamos mejor en equipo, dos cabezas piensan más que una, juntos progresamos más que si estamos separados. Hay muchas expresiones que hemos conocido a lo largo de los anos, pero la verdad es que esto solo se aprende mejor cuando tenemos la oportunidad de trabajar en pareja por un bien común.
 
Al igual que las manos en nuestro cuerpo, puede haber una de ellas que tiene más facilidad para hacer algunas cosas mejor que la otra. Sin embargo, necesitamos de las DOS manos, de los DOS brazos para hacer nuestras tareas diarias.
 
La mano izquierda no siente envidia de la mano derecha, no se enorgullece de lo que hace, no presume. Al escribir estas notas en el teclado de mi computador, veo como las dos manos interactúan en coordinación perfecta para producir palabras y textos.
 
Si una mano se lastima, la otra de inmediato la sostiene, la abraza, la aprieta, la apoya.
 
De esa misma manera debemos trabajar con nuestra pareja, coordinándonos, esforzándonos por el bienestar común del cuerpo que es la familia.
 
Tomemos unos minutos para admirar nuestras manos y comparémoslas con nosotros mismos en nuestras relaciones de pareja, cada vez que las veamos, recordemos que somos una parte de una gran todo, de una gran familia.
 
Si cada uno de nosotros lo recuerda más a menudo, lo valora y lo agradece, entonces estaremos más conscientes de nuestra misión y haremos de nuestro matrimonio una mejor herramienta para ser más felices en familia.
 
Sigamos adelante, sigamos en Familias con Éxito
 
Carlos Orjuela