Este año los alérgicos se enfrentan a una primavera intensa debido al efecto combinado de las lluvias y las altas temperaturas en invierno. El enero más cálido registrado en España, junto con un febrero especialmente húmedo, ha creado el caldo de cultivo perfecto para la proliferación de polen. Esto afectará especialmente a quienes padecen alergias a las gramíneas. Se estima que un cuarto de la población española —entre 10 y 12 millones de personas— padece algún tipo de alergia, principalmente respiratoria. De ellas, entre 5 y 6 millones sufren alergia a pólenes. Hemos hablado con el doctor Juan José Zapata, presidente del Comité de Aerobiología Clínica de la Sociedad Española de Alergia, ha destacado la complejidad de la temporada primaveral, señalando que "en todas las zonas del país se experimentará un impacto del polen, lo que puede provocar problemas de salud para los alérgicos". Zapata explica que el aumento gradual de la temperatura en los últimos años está contribuyendo a una primavera más larga y con picos de polen más intensos. Además, destaca que las diferencias geográficas pueden influir en la sintomatología de los alérgicos, con niveles de polen que varían significativamente de una región a otra. El experto también destaca el impacto de los contaminantes ambientales en el aumento de las enfermedades alérgicas en la población. "La contaminación del aire y otros factores ambientales están contribuyendo a una mayor predisposición a las alergias en la sociedad. Según la Organización Mundial de la Salud, se espera que el 50% de la población mundial desarrolle alguna forma de alergia en las próximas décadas, lo que plantea un desafío significativo para el sistema de salud pública. En cuanto a la prevención y el manejo de las alergias, el Dr. Zapata enfatiza en la importancia de un diagnóstico adecuado y un protocolo de tratamiento personalizado. Recomienda medidas como controlar los niveles de polen, evitar la exposición en momentos de alta concentración, y tomar la medicación sintomática de manera oportuna. El doctor ha instado a la población a tomar precauciones adicionales durante la temporada de polen, especialmente aquellos que ya padecen alergias. Lo que está claro es que con la llegada de la primavera, los alérgicos en España deben estar preparados para enfrentar una temporada desafiante, marcada por altos niveles de polen y una mayor incidencia de enfermedades alérgicas. La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) pronostica que los alérgicos a las gramíneas enfrentarán concentraciones elevadas de polen en el centro y suroeste peninsular, especialmente en ciudades como Cáceres, Badajoz, Madrid, Toledo, Ciudad Real, Sevilla y Jaén. En algunas zonas de Extremadura, los niveles podrán dispararse hasta 12,000 granos por metro cúbico. Sin embargo, la primavera será moderada en Castilla y León, Castilla-La Mancha (excepto Toledo y Ciudad Real) y en las provincias andaluzas de Córdoba, Granada y Huelva. En términos generales, el presidente del Comité de Aerobiología Clínica de la SEAIC, anticipa que este año será peor que 2023 para quienes sufren alergias. Aunque la situación no será excepcional, se asemejará a las primaveras anteriores al actual período de sequía, que comenzó entre 2014 y 2015. Se espera una polinización más exuberante debido a las condiciones climáticas actuales. See
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