El apóstol va a aplicar la "analogía del matrimonio", es como si Pablo nos estuviera diciendo que podemos estar casados con la ley o casados con Cristo, pero no podemos estar solteros: “Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios”(4). Mientras que es la muerte del cónyuge lo que libera al esposo o esposa para volverse a casar, en nuestro caso es nuestra muerte (en Cristo) lo que nos libera para casarnos de nuevo. Ser cristiano es un cambio completo de relación y lealtad; hoy estamos casados con Cristo, es como si el apóstol inspirado por Dios nos quisiera decir que ser Cristiano es estar enamorados de Jesús y entrar en una relación legal y personal con El, una relación tan hermosa y completa como el matrimonio. Los casados no me dejarán mentir que en el matrimonio toda nuestra vida se ve afectada, por eso usted ve aquellos hombres apagados volver a la vida en el matrimonio o aquellas mujeres apagadas volverse radiantes. Los cristianos ahora ya no están bajo la ley, así que la llegada de Cristo a su vida cambia cada aspecto de ella.