Título: El perro que no dormía Capítulo 1: El perro que ladraba sin cesar Había un perro llamado Max que nunca dormía. Desde que era un cachorro, siempre había estado activo y alerta, y ladraba a todo lo que se movía. Sus dueños, una pareja joven llamada Ana y Luis, estaban frustrados por el constante ladrar de Max, y no sabían qué hacer para que se calmara. Capítulo 2: El descubrimiento del pollo Un día, Ana y Luis decidieron probar algo diferente para ver si podían hacer que Max dejara de ladrar. Le dieron un trozo de pollo cocido, y para su sorpresa, Max se quedó en silencio mientras comía. Desde ese día en adelante, siempre que Max recibía pollo, se calmaba y dejaba de ladrar. Capítulo 3: La solución del problema Ana y Luis se dieron cuenta de que habían encontrado la solución al problema de Max. Comenzaron a darle pollo con más frecuencia, y notaron que se volvía más tranquilo y menos propenso a ladrar. Incluso comenzaron a entrenarlo para que respondiera al sonido del pollo, y al escucharlo, Max se sentaba y esperaba pacientemente su recompensa. Capítulo 4: La vida con Max A medida que Max crecía, se convirtió en un perro tranquilo y amigable. Ya no ladraba sin cesar, y solo se emocionaba cuando escuchaba el sonido del pollo. Ana y Luis estaban felices de haber encontrado una solución efectiva para el comportamiento de Max, y disfrutaban de su compañía sin la frustración del ladrar excesivo. Capítulo 5: El legado de Max A medida que el tiempo pasaba, Max se convirtió en un perro mayor y finalmente falleció. Pero su legado vivía en la memoria de Ana y Luis, quienes siempre recordarían al perro que no dormía y ladraba a toda hora, excepto cuando comía pollo. Y así, Max se convirtió en una historia divertida y entrañable que contarían a sus amigos y familiares durante muchos años. Epílogo: La historia de Max demuestra que a veces, una solución simple puede ser la respuesta a un problema complejo. Y que incluso los comportamientos más persistentes pueden ser corregidos con un poco de creatividad y paciencia. Y así, la historia del perro que no dormía y ladraba a toda hora, excepto cuando comía pollo, se convirtió en una leyenda que viviría para siempre en la memoria de aquellos que lo conocieron.José Pardal