Notas en inglés y español ⬇️.
November 8: It's not your time yet.

Psalms 54:1-7
Save me, O God, by Your name, and vindicate me by Your strength. Hear my prayer, O God; give ear to the words of my mouth. For strangers have risen up against me, and oppressors have sought after my life; they have not set God before them. Selah
Behold, God is my helper; the Lord is with those who uphold my life. He will repay my enemies for their evil. Cut them off in Your truth. I will freely sacrifice to You; I will praise Your name, O Lord, for it is good. For He has delivered me out of all trouble; and my eye has seen its desire upon my enemies.


This is one of the psalms that king David composed when he was in exile, suffering persecution from king Saul, his boss and father-in-law. This event is found in 1 Samuel, chapter 23, in case you want to read it later.

David was one of the bravest men in Israel's army with the fame to have killed the giant Goliath and for having earned the right to marry king Saul's daughter. Disturbed and insecure, Saul decided to hunt down David and kill him because he was the main and direct candidate to replace him. David decided to hide in the desert, in the mountains, in the woods, and anywhere he could flee from Saul's wrath. Saul sought him out wherever he realized David's location. After God miraculously freed and saved him, David decided to go to the Zif desert. David received a great visit from Jonathan, his soul friend and the king's son. Jonathan gave words of encouragement to David, they made a pact of friendship and affirmed that David would be the next king of Israel, and Jonathan swore allegiance to him.
But the inhabitants of that land decided to win the favor of King Saul so they went to tell the king where David was. David shrewdly noticed and escaped from that region and went to a mountain. Saul noticed and began to surround him. So David was going up one side of the mountain and Saul was going up the other. When he was about to catch up, Saul received the news that the Philistines were invading the territory of Israel. In this way God freed and saved David from Saul's hand, and it was not the first but many times that God did not allow David and his soldiers to fall into Saul's hands. What's more, there were times like this when David had two opportunities to kill Saul with his bare hands, but he refused to do so because he was the Lord's anointed. David preferred to keep fleeing than to eliminate his enemy, because his hope was that the Lord would take care of doing justice, removing him from his way if that was in God's plans and if He wanted David as the king of Israel and Judah.
Precisely, yesterday's psalm was written at the moment when David decided to flee from Saul and left with nothing, not even with a sword to defend himself because Saul tried to kill him by sending the murderers to his own home.
Now we see a David who, although he was under constant pressure and many dangers, had great confidence in God, that the Lord was in his favor and in all those who help David to protect him.

It takes a lot of faith and perseverance to be able to trust the Lord in times of trouble. I hope you can learn today from David, to ask God for His protection and His blessing; and to continue trusting that God will put people by our side to help and succor us even if there are others who wish our evil.

I want to conclude this reflection with this verse from 1 Samuel 23:14: “And David stayed in strongholds in the wilderness, and remained in the mountains in the Wilderness of Ziph. Saul sought him every day, but God did not deliver him into his hand.”

Just as God protected David and freed him because He had a special purpose with David, and it was to make him king of Israel and Judah, likewise the Lord still has great purposes with you, He has not finished His work in you, you still have to do His will so that you are a person after God's heart.

Consider this:
Have you ever had people who have wanted to hurt you? (At your place of work or at school, etc.)
How did the Lord keep you?

May the Lord Jesus hear your prayer and free you from the accusers.

Listen to the song "Confiaré en Ti" by Steven Cordón and Julissa.
======== Español 👇 ===========
Noviembre 8: Todavía no es tu tiempo.

Salmos 54:1‭-‬7 RVA2015:
Oh Dios, sálvame por tu nombre y defiéndeme con tu poder. Oh Dios, escucha mi oración; atiende a las palabras de mi boca. Porque los extraños se han levantado contra mí, y los violentos buscan mi vida. No toman en cuenta a Dios. Selah
He aquí, Dios es quien me ayuda; el Señor está con los que sostienen mi vida. Él hará volver el mal contra mis enemigos. ¡Destrúyelos por tu verdad! Voluntariamente te ofreceré sacrificios. Daré gracias a tu nombre, oh SEÑOR, porque es bueno; porque me has librado de toda angustia. Mis ojos han visto la derrota de mis enemigos.


Este es uno de los salmos que el rey David compuso cuando estaba en el exilio, sufriendo la persecución del rey Saúl, su jefe y suegro. Este evento se encuentra en 1 de Samuel, capítulo 23, por si quieres leerlo después.

David era uno de los hombres más valientes del ejército de Israel con la fama de haber matado al gigante Goliat y por haberse ganado el derecho de casarse con la hija del rey Saúl. Perturbado e inseguro, Saúl decidió perseguir a David y matarlo porque era el principal y directo candidato para reemplazarlo. David decidió esconderse en el desierto, en las montañas, en los bosques y en cualquier lugar donde pudiera huir de la ira de Saúl. Saúl lo buscaba donde quiera que se diera cuenta de la ubicación de David. Después que milagrosamente Dios lo libró, David decidió irse al desierto de Zif. David recibió la grandiosa visita de Jonathan, su amigo del alma y el hijo del rey. Jonathan le dió palabras de aliento a David, hicieron un pacto de amistad y le afirmó que David sería el próximo rey de Israel, y Jonathan le juró lealtad.
Pero los habitantes de esa tierra decidieron ganarse el favor del rey Saúl que fueron a decirle al rey dónde estaba David. David de forma sagaz se dió cuenta y escapó de esa región y se fue a una montaña. Saúl se dió cuenta y empezó a rodearlo. Entonces David subía por un lado de la montaña y Saúl subía por el otro. Cuando estuvo a punto de alcanzarlo, Saúl recibió la noticia de que los filisteos estaban invadiendo el territorio de Israel. De esa forma Dios libró a David de la mano de Saúl, y no fue la primera sino muchas veces que Dios no permitió que David y sus soldados cayeran en las manos de Saúl. Es más, fueron momentos como este en que David tuvo dos oportunidades de matar a Saúl con sus propias manos, pero se rehusó a hacerlo porque era el ungido del Señor. David prefirió seguir huyendo que eliminar a su enemigo, porque su esperanza era que el Señor se encargaría de hacer justicia, quitándolo de su camino si eso estaba en los planes de Dios y quisiera a David como el rey de Israel y Judá.
Precisamente, el salmo de ayer fue escrito en el momento cuando David decidió huir de Saúl y salió sin nada, ni siquiera con una espada para defenderse porque Saúl intentó matarlo enviando a los asesinos a su propia casa.
Ahora vemos a un David que, aunque estaba bajo continua presión y muchos peligros, tenía una gran confianza en Dios, en que el Señor estaba a favor de él y de todos los que ayudaran a David para protegerlo.

Toma mucha fe y perseverancia poder confiar en el Señor en tiempos de tribulación. Espero que puedas aprender hoy de David, de pedirle a Dios por su protección y su bendición; y seguir confiando en que Dios pondrá personas a nuestro lado para ayudarnos y socorrernos aunque existan otros que deseen nuestro mal.

Quiero concluir está reflexión con este verso de 1 Samuel 23:14: "David se quedó en el desierto, en los lugares de difícil acceso; se quedó en las montañas del desierto de Zif. Saúl lo buscaba todos los días, pero Dios no lo entregó en su mano."

Así como Dios protegió a David y lo libró porque tenía un propósito especial con David, y era hacerlo rey de Israel y Judá, igualmente el Señor todavía tiene grandes propósitos contigo, Él no ha terminado Su obra en ti, todavía tienes que hacer Su voluntad para que seas una persona conforme al corazón de Dios.

Considera:
¿Has tenido personas que han querido hacerte daño? (En tu lugar de trabajo o en la escuela, etc.)
¿De que forma el Señor te guardó?

Que el Señor Jesús escuche tu oración y te libre de los acusadores.

Escucha la canción "Confiaré en Ti" de Steven Cordón y Julissa.
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