Octubre 27: Un deseo ardiente por Dios.

Salmos 42:1‭-‬11 RVA2015:
Como ansía el venado las corrientes de las aguas, así te ansía a ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo. ¿Cuándo iré para presentarme delante de Dios? Mis lágrimas han sido mi alimento día y noche mientras me dicen todos los días: “¿Dónde está tu Dios?”. Recuerdo estas cosas y derramo mi alma dentro de mí: cuando pasaba con la muchedumbre, guiándolos hasta la casa de Dios, con voz de alegría y de acción de gracias de la multitud en fiesta.
¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera a Dios, porque aún le he de alabar. ¡Él es la salvación de mi ser, y mi Dios! Mi alma está abatida dentro de mí. Por esto me acordaré de ti en la tierra del Jordán y del Hermón, en el monte de Mizar. Un abismo llama a otro por la voz de tus cascadas; todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí. De día mandará el SEÑOR su misericordia; y de noche su canción estará conmigo, la oración al Dios de mi vida. Diré a Dios: “Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué he de andar enlutado por la opresión del enemigo?”. Mientras mis huesos se quebrantan, mis enemigos me afrentan diciéndome cada día: “¿Dónde está tu Dios?”.
¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera a Dios, porque aún le he de alabar. ¡Él es la salvación de mi ser, y mi Dios!


Pienso que este es uno de los salmos más conocidos entre los cristianos porque muchos se identifican con los primeros versos de este capítulo.
Una vez más, este salmo es una ilustración que usaron los hijos de Coré, comparándose con uno de los animalitos del campo. Así como David se comparó a una oveja en el salmo 23, de la misma manera los hijos de Coré se compararon con un ciervo o venado. El venado es un animalito que habita en el desierto y tiene que buscar entre los peñascos y las laderas rocosas de las montañas por alguna fuente de agua.
Esta ilustración es muy íntima y muy sincera delante de Dios; pues está reconociendo el ardiente deseo por la presencia de Dios, está exponiendo esa pasión por sentir la gloria de Dios en su vida; así como la vida de un ciervo depende del agua, nuestras vidas también dependen del agua de vida, de Dios.

Esa sed espiritual es muy común verla; la puede ver en las personas pero no con sus ojos, sino después de que hablas con ellos. Siempre que uno toca un tema espiritual a una necesidad del alma, inmediatamente las personas empiezan a hacer preguntas acerca de la Biblia, de Dios, de la obra de salvación, de Jesús, de la vida eterna, de las injusticias, etc. Son preguntas que el ser humano tiene en la cabeza porque quieren entender las cosas que son espirituales y también entender cuál es el propósito de sus vidas. Al final, siempre está esta pregunta sincera: “Si usted cree en Dios, ¿cómo hago yo para conocerlo?
Esa es la sed de alguien que no conoce de Dios pero anhela conocerlo. Y después de que ha conocido al Señor, siempre va a tener esa necesidad continúa de beber de la fuente de agua eterna. No porque se haya olvidado de Dios, sino porque ya probó el agua y ahora sabe que Dios es el único recurso para todas sus necesidades. El agua de vida satisface nuestra sed espiritual y calma el calor del diario vivir causados por el ardiente sol de los ataques en contra de nuestra fe, las aflicciones, y afanes de este mundo. Cuando experimentamos injusticias o sentimos la soledad, cuando tenemos una necesidad del alma y sed de Dios, ahí es cuando clamamos por más. Más de Él, más de Su Espíritu, más de Su gloria, más de Su amor. Por eso, Jesucristo dijo: "El que tiene sed, venga a mí y beba".
Tenemos que venir a Él; no esperar a que Él venga a nosotros. ¡Él es la fuente, tenemos que ir a la fuente! Tenemos que dar el paso de fe y buscarle intencionalmente con un corazón sincero, con entrega y sin vacilar, sin miedo.

Pablo nos enseñó que Jesucristo es la misma peña en el desierto que brotó agua para saciar la sed del pueblo de Israel. Hoy, de esa Roca todavía sigue brotando agua para esos venados, esos ciervos que braman por agua.

Considera:
¿Estás clamando con entrega y pasión al Señor por Su presencia?
Cuando lo necesitas, ¿esperas que Él llegue a ti o tú tomas la iniciativa y te acercas a Él?

Soy tu amigo y hermano Eduardo Rodríguez. Que el Señor escuche tu oración y sacie tu sed espiritual.

Te recomiendo escuchar dos canciones con el mismo título: "Como el ciervo", interpretada por Marcos Witt y la otra por Miel San Marcos.
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October 27: A burning desire for God.

Psalms 42:1-11:
As the deer pants for the water brooks, so pants my soul for You, O God. My soul thirsts for God, for the living God. When shall I come and appear before God? My tears have been my food day and night, while they continually say to me, “Where is your God?” When I remember these things, I pour out my soul within me. For I used to go with the multitude; I went with them to the house of God, with the voice of joy and praise, with a multitude that kept a pilgrim feast. Why are you cast down, O my soul? And why are you disquieted within me? Hope in God, for I shall yet praise Him for the help of His countenance.
O my God, my soul is cast down within me; therefore I will remember You from the land of the Jordan, and from the heights of Hermon, from the Hill Mizar. Deep calls unto deep at the noise of Your waterfalls; all Your waves and billows have gone over me. The Lord will command His lovingkindness in the daytime, and in the night His song shall be with me— a prayer to the God of my life. I will say to God my Rock, “Why have You forgotten me? Why do I go mourning because of the oppression of the enemy?” As with a breaking of my bones, my enemies reproach me, while they say to me all day long, “Where is your God?”
Why are you cast down, O my soul? And why are you disquieted within me? Hope in God; for I shall yet praise Him, the help of my countenance and my God.


I think this is one of the best known psalms among Christians because many identify with the first verses of this chapter.
Once again, this psalm is an illustration used by the sons of Korah, comparing themselves to one of the animals of the field. Just as David compared himself to a sheep in psalm 23, in the same way the sons of Korah compared themselves to a deer or stag. The deer is a small animal that lives in the desert and has to search among the cliffs and the rocky slopes of the mountains for a source of water.
This illustration is very intimate and very sincere before God; because they are acknowledging the burning desire for the presence of God, they are exposing that passion to feel the glory of God in your life; just as the life of a deer depends on water, our lives also depend on the water of life, on God.

That spiritual thirst is very common to see; you can see it in people but not with your eyes, but after you talk to them. Whenever one touches a spiritual subject to a need of the soul, immediately people begin to ask questions about the Bible, God, the work of salvation, Jesus, eternal life, injustices, etc. These are questions that human beings have in their heads because they want to understand things that are spiritual and also understand what the purpose of their lives is. At the end, there is always this sincere question: “If you believe in God, how do I know Him?
That is the thirst of someone who does not know God but longs to know Him. And after they have met the Lord, they will always have that continuing need to drink from the fountain of eternal water. Not because they have forgotten God, but because they have already tasted the water and now they know that God is the only resource for all their needs. The water of life satisfies our spiritual thirst and quenches the heat of daily living caused by the burning sun of the attacks against our faith, the afflictions, and the eagerness of this world. When we experience injustice or feel loneliness, when we have a soul need and thirst for God, that's when we cry out for more. More of Him, more of His Spirit, more of His glory, more of His love. That is why Jesus Christ said: "The one who is thirsty, come to me and drink."
We have to come to Him; not waiting for Him to come to us. He is the source, we have to go to the source! We have to take the step of faith and seek Him intentionally with a sincere heart, with dedication and without hesitation, without fear.

Paul taught us that Jesus Christ is the same rock in the desert that gushed out water to quench the thirst of the people of Israel. Today, water still flows from that Rock for those deers, those stags that roar for water.

Consider this:
Are you crying out with dedication and passion to the Lord for His presence?
When you need Him, do you expect Him to come to you or do you take the initiative and reach out to Him?

I am your friend and brother Eduardo Rodríguez. May the Lord hear your prayer and quench your spiritual thirst.

I recommend listening to two songs with the same title: "Como el ciervo", interpreted by Marcos Witt and the other by Miel San Marcos.