En muchas culturas, el consumo de alcohol está profundamente arraigado en las actividades sociales, considerándose una norma en celebraciones, reuniones y eventos. Las personas que optan por no beber pueden enfrentar diversas formas de presión social, tales como: Aislamiento social, Comentarios o burlas, y Presión directa. 

¿Qué impacto puede tener en la salud mental de una persona el sentirse excluida o cuestionada por no beber? 

¿Existen estrategias psicológicas efectivas para manejar la presión social en situaciones donde el consumo de alcohol es la norma? 

INVITADA: Lizeth Orozco Pertuz. Magíster en psicología clínica.
Docente de la Universidad del Norte de Barranquilla.