Nuevo récord en deshielo antártico inquieta a científicos. La máxima extensión de hielo marino anual en la Antártida se reduce drásticamente.

Este año, la Antártida ha registrado una reducción sin precedentes en la extensión de su hielo marino, al alcanzar su máximo anual, que se ha situado muy por debajo de las mediciones previas. Los expertos en climatología apuntan a un posible nuevo escenario de disminución del hielo, con implicaciones graves para el clima global. La información proviene de datos recientes del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo de EE.UU. (NSIDC), resaltando un descenso de cerca de un millón de kilómetros cuadrados en comparación con registros anteriores.

Este fenómeno podría marcar un punto de inflexión, desvelando cómo el calentamiento global está afectando las capas de hielo polar de formas antes no observadas.

Cada septiembre, el hielo marino en la Antártida alcanza su máxima extensión. Sin embargo, este año el panorama fue sombrío. El 10 de septiembre, la extensión del hielo se registró en 16.96 millones de kilómetros cuadrados, significativamente menos que el promedio de 18.71 millones entre 1981 y 2010. Los científicos observan con inquietud este descenso sin precedentes, siendo un reflejo alarmante de cómo el cambio climático podría estar desplazando la región a una nueva era de deshielo con consecuencias potencialmente catastróficas.

El deshielo no solo altera los ecosistemas locales, sino que tiene un efecto dominó en el clima global. El hielo marino refleja la radiación solar, ayudando a moderar las temperaturas. Su disminución permite que más radiación solar sea absorbida por los océanos, acelerando el calentamiento global. Además, el deshielo en la Antártida afecta los niveles del mar, amenazando a las regiones costeras. Los científicos están tratando de desentrañar los múltiples factores detrás de este fenómeno alarmante, mientras las proyecciones futuras parecen sombrías.

Aunque el futuro parece incierto, la conciencia y la acción global pueden ayudar a mitigar estos impactos devastadores. Es imperativo que se adopten políticas de mitigación del cambio climático y se promueva la investigación continua para comprender y enfrentar los desafíos que el deshielo antártico plantea. Mientras tanto, la comunidad científica sigue monitoreando de cerca las tendencias de hielo en los polos, esperando que las futuras iniciativas globales puedan ayudar a revertir o al menos a ralentizar, el ritmo del deshielo en esta región crítica.

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Bibliografía:

• The Guardian
• Washington Post
• France 24