En este episodio la escritora Vanessa Rosales explora algunas de las conexiones entre moda y política. Recorre puntos diversos que incluyen cómo llegamos a un contexto en el que a la moda se le hace preguntas incómodas sobre algunos de sus aspectos más problemáticos, cómo se ha venido politizando la moda colombiana, y cómo el florecimiento de estas preguntas es índice de cómo ésta puede ser una fuerza cultural que ayuda a analizar procesos colectivos de identidad. Traza preguntas que proponen reflexionar cómo se están dando estos debates necesarios, pero a veces ofuscados por la fiscalización, en el contexto local y digital.

Aborda las ambivalencias y complejidades que pueden verse en casos como el de Johanna Ortiz y J Balvin. Problematiza algunas de las inconsistencias que deben ser tenidas en cuenta ante un sistema que está imbuido en el capitalismo y el neoliberalismo, pero que puede ser un conducto para reflexiones sociales y simbólicas también.

Habla sobre algunos ejemplos en la historia del vestir y la estética con connotaciones políticas como el pantalón, el bloomer dress, la minifalda, el afro, la masculinización del vestir femenino en los espacios del poder institucional, las codificaciones estéticas del fascismo, así como los patrones asumidos muchas veces por el socialismo ante la moda.

El episodio cierra con algunos apuntes sobre uno de los temas que más ha estudiado y profundizado la escritora: la forma en que en los últimos tiempos se han generado puntos de inflexión entre la moda feminista y el feminismo como moda. Y cómo la protesta social atraviesa también expresiones estéticas. Una invitación a recordar que la moda se caracteriza constantemente por la contrariedad.