18 OCT 2024 · La inteligencia emocional ha probado ser algo tremendamente complejo, un concepto, en principio
sencillo, pero que una vez que se estudia en profundidad deja bastante claro que no tiene nada de simple.
Ha quedado claro como es imposible que un individuo conserve su estabilidad mental viviendo
completamente aislado, solo, incluso este hecho es algo bastante improbable dada la naturaleza del ser
humano de ser un animal sociable. Pero lo cierto es, que la inteligencia emocional es muy necesaria para
el correcto desenvolvimiento del individuo en su entorno.
La facilidad para entender y expresar los sentimientos, hace mucho más llevadero el proceso de compartir
espacio con nuestros iguales, algo que a muchas personas les cuesta muchísimo trabajo pero que, sin
embargo, es necesario hacer.
Estas personas a menudo se expresan negativamente, o tienen una mala disposición cuando de relaciones
sociales o de manifestar sus emociones se trata, pero muchas veces lo hacen porque no cuentan con la
capacidad suficiente para comprender la importancia de este hecho.
O el otro caso, mucho más común, porque consideran inútil el expresar sus emociones, el detenerse a
comprender cómo se siente y como su temperamento o su mal comportamiento afectan a quienes los
rodean, es un hecho lamentable, y no podemos responsabilizar del todo a nadie.
Lo que sucede muchas veces es que no cuentan con las herramientas necesarias para expresarse, ya que
antiguamente, y esto asumiendo que se trata de un asunto generacional, los sentimientos eran algo que
se consideraba una expresión de debilidad, no se debían hacer públicos. Pero lo cierto es que son
cualidades naturales, que forman parte muy necesaria de la naturaleza humana.
De hecho, si queremos atrevernos a hacer algún tipo de aseveración, una gran parte de los problemas
sociales que tenemos hoy en día es a causa de la negativa de las personas a ser empáticos, a expresar sus
sentimientos, básicamente, porque carecen de inteligencia emocional.
Afortunadamente, en este trabajo se dieron muchos conceptos claves, una buena base teórica, y una serie
de técnicas bastante sencillas de poner en práctica para que la inteligencia emocional mejore lo más que
se pueda.
Dejamos en claro que la inteligencia emocional no se relaciona de ninguna manera con la inteligencia
cognitiva, una condición hereditaria que no puede modificarse, sin embargo, la emocional sí se puede, sin
importar la edad, sin importar el punto de partida, lo único necesario es tener la disposición.
La inteligencia emocional se compone de la empatía, del autocontrol, de las habilidades sociales, pero,
sobre todo, de la conciencia propia, un elemento que hace al humano tener dignidad, tener autodisciplina,
tener autoestima, en resumen, valorarse.
Un individuo consciente sabe el papel que desempeña en la sociedad, sabe que lo que hace, afecta a
quienes los rodean, sabe que negarse no es la respuesta y sabe que, si quiere cambiar, debe dejar de
hacer lo mismo siempre, ya que nadie que haga lo mismo puede esperar obtener resultados diferentes.
Todas las herramientas que se dieron en las páginas anteriores tienen respaldo científico, pero también
han demostrado ser efectivas a través del tiempo, han probado su efectividad a través de los testimonios
de miles de personas que comprendieron cuán importante es tener una inteligencia emocional alta.
Personas cuyos matrimonios fueron salvados, cuyas relaciones recuperaron la chispa, o por personas que
ascendieron como la espuma en el trabajo, todo, por su capacidad de escuchar, de conectar con las demás
personas y de ponerse en sus zapatos, de ser empáticos y de reconocer que el suyo no es el único punto
de vista válido.
Alguien que todas las mañanas se tome el tiempo de detenerse a pensar cómo sus acciones y su
comportamiento va a afectar a quienes los rodean, ha dado ya el primer salto, el más importante, lo único
que necesita es practicar, dedicarle un minuto al día a reflexionar como lo que está haciendo puede
mejorar su empatía, cómo debe reaccionar a sus compañeros de trabajo o cómo debe dirigirse a su
esposa.
Sin lugar a dudas, la inteligencia cognitiva es una cualidad muy importante hoy en día, pero la inteligencia
emocional no se le queda atrás, de hecho, muchos perfiladores laborales buscan esta cualidad al
momento de reclutar nuevos talentos. Este es sólo uno de los muchos beneficios que actualmente ofrece
tener un buen entrenamiento a nivel emocional.
Este viaje definitivamente es enriquecedor, abre las puertas del entendimiento, va a facilitar muchas cosas
y a tener un impacto muy positivo en nuestra vida diaria, incluso, va a ayudarnos mucho en la tarea de
alcanzar nuestras metas.
Los sentimientos no son algo malo, son necesarios, lo único que debemos hacer es tener la fuerza y la
consciencia suficiente para controlarlos y no dejar que nos controlen. Un mundo con inteligencia
emocional sería sin lugar a dudas un espacio mucho más civilizado.
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