Corintios-106 El perdón
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El perdón En el segundo capítulo de la segunda epístola, Pablo habla de una visita a Corinto que no había sido muy agradable. No estamos seguros de cuándo fue exactamente,...
show moreEn el segundo capítulo de la segunda epístola, Pablo habla de una visita a Corinto que no había sido muy agradable. No estamos seguros de cuándo fue exactamente, pero sabemos por el texto que tras enviar la primera carta, Pablo los había visitado, ya que la reacción de algunos no había sido como se pudiera haber esperado. Por pasajes en la carta entendemos que algunos habían tratado de forma punitiva a personas que habían pecado, sin intentar hacerlo como Dios desea, buscando la restauración.
Había algunos que habían hablado mal de Pablo, menospreciándolo y acusándole de querer tener el protagonismo para él. Pablo contesta a esto en el capítulo 3, asegurándoles que entendía bien que la única autoridad que él tenía sobre la iglesia era la establecida por Dios. Cuando enseñamos lo que Dios dice, la autoridad de nuestro mensaje no es nuestra, sino que es la autoridad del emisor original del mensaje.
En respuesta a las acusaciones, Pablo reacciona con una disposición a perdonar. Le habían causado tristeza, como dice en el versículo 5, pero Pablo pide que se perdone al que le había ofendido. Me encanta ver la bondad del apóstol reflejada en el versículo 7 cuando les dice: “más bien deberían perdonarle y consolarle, para que no sea consumido de demasiada tristeza.” Su deseo era que mostraran perdón y amor hacia el que lo había atacado. Este perdón y amor sería prueba de la obra de Dios en sus vidas. Pablo les recuerda que él ya los había perdonado, y curiosamente les dice que lo ha hecho “para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros (dice); pues no ignoramos sus maquinaciones.”
Es importante notar que cuando no perdonamos, estamos dando rienda suelta a Satanás para estropear nuestra existencia. Él desearía vernos amargadas, guardando rencores por daños pasados, llegando a amargarnos. ¿Pero quién querría vivir así cuando podemos escoger el perdón?
Pablo podía perdonar porque tenía la vista puesta en Cristo. Lo que otros pudieran hacerle a él no era tan importante. Su deseo era que el nombre de Cristo fuera manifestado.
En el 2:14 Pablo dice: “Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento.”
Si practicamos el perdón, desprenderemos un grato olor, el olor de su conocimiento. La falta de perdón también desprende un olor, pero es un olor amargo, desagradable. Pidamos a Dios que nos de la capacidad de perdonar, para que de nuestra vida se desprenda una fragancia que otros puedan notar, y les lleve a desear a Cristo, el que produce la dulce fragancia del perdón.
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Author | David y Maribel |
Organization | David y Maribel |
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