MelP_401-2Reyes_10_16
May 17, 2024 ·
2m 30s
Download and listen anywhere
Download your favorite episodes and enjoy them, wherever you are! Sign up or log in now to access offline listening.
Description
«y le dijo: Ven conmigo, y verás mi celo por Jehová. Lo pusieron, pues, en su carro.» (2 Reyes 10:16) En medio de la apostasía e idolatría que caracterizaban esta...
show more
«y le dijo: Ven conmigo, y verás mi celo por Jehová. Lo pusieron, pues, en su carro.» (2 Reyes 10:16)
En medio de la apostasía e idolatría que caracterizaban esta época en Israel, encontramos a Jehú, el que Dios eligió para castigar la casa de Acab. Aquí Jehú describe a sí mismo como uno con celo por Jehová. La última vez en el libro de los reyes que alguien había hablado de su celo por el Señor, era el profeta Elias en Horeb, dando rienda suelta a su frustración ante Dios. Cuando leemos de este celo, debemos entender que es algo positivo, una pasión y devoción absoluta. Pero cuando llegamos al relato sobre Jehú, hay algo preocupante. Jehú hizo lo que Dios había mandado con la casa de Acab, pero vemos casos en que va más allá del mandamiento de Dios. Un ejemplo claro es cuando mata una delegación de la casa de David. Igual no tendrían que haber ido a Israel, pero no encuentro ninguna justificación para que Jehú los matara. Desear seguir a Dios con pasión (celo) es algo bueno. Pero el peligro es que podemos llegar a confundir la voluntad de Dios con la nuestra. La solución no es rechazar la pasión (celo) sino someter la pasión a la obediencia. Debemos seguir a Dios de todo corazón, pero debemos estar seguros que estamos haciendo su voluntad y tener cuidad de no confundir la nuestra con la suya. Por eso es tan importante que estemos en la Palabra diariamente, para que ella inunda y condicione nuestro pensamiento.
“La pasión sin conocimiento es peligrosa; pero ¡la pasión con conocimiento es dinamita!” (David Bell)
show less
En medio de la apostasía e idolatría que caracterizaban esta época en Israel, encontramos a Jehú, el que Dios eligió para castigar la casa de Acab. Aquí Jehú describe a sí mismo como uno con celo por Jehová. La última vez en el libro de los reyes que alguien había hablado de su celo por el Señor, era el profeta Elias en Horeb, dando rienda suelta a su frustración ante Dios. Cuando leemos de este celo, debemos entender que es algo positivo, una pasión y devoción absoluta. Pero cuando llegamos al relato sobre Jehú, hay algo preocupante. Jehú hizo lo que Dios había mandado con la casa de Acab, pero vemos casos en que va más allá del mandamiento de Dios. Un ejemplo claro es cuando mata una delegación de la casa de David. Igual no tendrían que haber ido a Israel, pero no encuentro ninguna justificación para que Jehú los matara. Desear seguir a Dios con pasión (celo) es algo bueno. Pero el peligro es que podemos llegar a confundir la voluntad de Dios con la nuestra. La solución no es rechazar la pasión (celo) sino someter la pasión a la obediencia. Debemos seguir a Dios de todo corazón, pero debemos estar seguros que estamos haciendo su voluntad y tener cuidad de no confundir la nuestra con la suya. Por eso es tan importante que estemos en la Palabra diariamente, para que ella inunda y condicione nuestro pensamiento.
“La pasión sin conocimiento es peligrosa; pero ¡la pasión con conocimiento es dinamita!” (David Bell)
Information
Author | David y Maribel |
Organization | David y Maribel |
Website | - |
Tags |
Copyright 2024 - Spreaker Inc. an iHeartMedia Company