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Un versículo de la Biblia junto con una meditación y una aplicación.
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Meditando en la Palabra
Meditando en la Palabra
MelP_032 - Job_31_7
16 JUL 2024 · «Si mis pasos se apartaron del camino,
Si mi corazón se fue tras mis ojos,
Y si algo se pegó a mis manos, ...» (Job 31:7)
En esta parte del discurso Job defiende su integridad ante sus amigos. Admite que si hubiera pecado contra Dios, merecería castigo. Pero lo que me llama la atención es como describe el pecado. Muchas veces nosotros describimos el pecado en términos generales, pero aquí Job dice que el pecado es apartarse del camino, es seguir los ojos, es algo (lit. Impureza) que se pega a su mano. Para Job, el pecado empieza con los deseos del corazón y hace que nos desviemos de los caminos de Dios para ensuciarnos en el pecado. Job no vivía por el deseo del ojo. Entendía la necesidad de guardar sus ojos y proteger su corazón. No jugaba con el pecado porque sabía que la impureza podía pegarse a él y llevarle a desviarse del camino.
Es importante que nosotros también tomemos en serio el pecado. Guardemos el corazón cuidando los que miran nuestros ojos. (David Bell)
MelP_312-Job_28_23
15 JUL 2024 · «Dios entiende el camino de ella, Y conoce su lugar.» (Job 28:23)
Este gran himno de la sabiduría que encontramos en el corazón del libro de Job empieza hablando de la destreza del hombre en minar la tierra para descubrir las riquezas minerales escondidas debajo del suelo. Es increíble lo que el hombre ha llegado a descubrir en la tierra: oro, hierro, cobre y piedras preciosas como el zafiro. Pero de repente, el poema cambia el tema y pregunta por el paradero de la sabiduría. ¿En qué mina se puede encontrar la sabiduría o la inteligencia? La determinación y la ingenuidad del ser humano no son suficientes para alcanzar estos tesoros. Lo que es más, ni reconocemos el verdadero valor de estos tesoros. Pero la respuesta a la pregunta es que la sabiduría se encuentra en Dios. Pero no sabe solamente dónde está sino también cómo llegar a ellas. Y lo mejor de todo es que ha revelado claramente al hombre el mapa del tesoro: la sabiduría es temer a Dios y huir del mal. Si recuerdas, así es como había empezado el libro, con la descripción de Job, un hombre temeroso de Dios y apartado del mal (1:1). Conocer a Dios y andar en sus mandamientos es la verdadera sabiduría. Gracias a nuestra fe en el sacrificio de Cristo por nosotros en la cruz, podemos encontrar el perdón de nuestros pecados y ser transformados en hijos de Dios, andando en sabia obediencia al Espíritu Santo que Dios ha hecho morar en nosotros.
Busquemos hoy andar sabiamente, viviendo cada momento de nuestra vida conscientes de Dios y de su voluntad para nosotros en cada situación en que nos encontramos. (David Bell)
MelP_270-Job_21_14-15
12 JUL 2024 · «Dicen, pues, a Dios: Apártate de nosotros, Porque no queremos el conocimiento de tus caminos. ¿Quién es el Todopoderoso, para que le sirvamos? ¿Y de qué nos aprovechará que oremos a él?» (Job 21:14-15)
Job describe así a los de su generación, personas que no tenían tiempo para Dios en su vida. Personas pragmáticas que no querían seguir a Dios si no era para sacar algún provecho. Estas palabras me recuerdan a las del Faraón cuando Moisés le pidió en nombre de Dios que liberara al pueblo hebreo de su esclavitud. Faraón preguntó, ¿Quién es Jehová para que yo oiga su voz? (Éxodo 5:2). El Nuevo Testamento también hace eco de este pensamiento cuando el apóstol Pablo, en 1 Timoteo 6:5, advierte al joven pastor de los falsos maestros que toman a Dios como fuente de ganancia. Y desafortunadamente, hasta el día de hoy existen personas que sólo se acercan a Dios para lo que les puede beneficiar. El egoísmo siempre nos acecha en cada generación y es imposible compaginarlo con una verdadera piedad. Desafortunadamente, muchas veces nosotros también podemos caer en la misma trampa. En nuestro orgullo podemos empezar a pensar en nosotros mismos como el centro del universo y esperar que Dios nos sirva.
Nuestra meta siempre ha de ser colocar a Dios en el centro de nuestra vida y recordar que nuestro gran privilegio es usar nuestras vidas, los talentos y el tiempo con los cuales Dios nos ha dotado, para servir y glorificar a nuestro Dios. (David Bell)
MelP_311-Job_17_3
11 JUL 2024 · «Dame fianza, oh Dios; sea mi protección cerca de ti. Porque ¿quién querría responder por mí?» (Job 17:3)
Lo interesante de Job es que en medio de su prueba, nos habla con sinceridad y honestidad. Sus sentimientos de Dios y de su situación iban fluctuando constantemente. A veces tenía momentos de debilidad cuando le parecía que Dios le trataba como un enemigo: «Próspero estaba, y me desmenuzó; Me arrebató por la cerviz y me despedazó, Y me puso por blanco suyo.» (16:12). Pero luego tenía otros momentos de mucha fe en que reconocía que Dios era su única esperanza. En este texto pide que Dios sea como un hombre que paga una fianza. La imagen es de una persona con deudas en la ruina total, pero de repente un familiar o un amigo interviene en sus asuntos y paga una fianza, un préstamo, para protegerle y ayudarle a re-establecerse. Job reconocía que no tenía a nadie en esta tierra en esos momentos que respondería por él, pero levantaba sus ojos a Dios para pedir esta misericordia de su Padre celestial. Las palabras de Job brillan con una visión correcta de Dios. Dios no era el enemigo su enemigo. El propósito de Dios no era derrotar a Job sino revelarse a Job para que le conociera mejor. En medio de la prueba, Dios estaba protegiendo a Job y acercándole más a sí mismo.
Nosotros debemos mantener esta misma visión de nuestro Dios. Es nuestro aliado y amigo que siempre nos protege y obra para acercarnos a sí mismo. (David Bell)
MelP_309-Job_13_23
10 JUL 2024 · «¿Cuántas iniquidades y pecados tengo yo? Hazme entender mi transgresión y mi pecado.» (Job 13:23)
Los amigos de Job estaban convencidos de que todo lo que había ocurrido a Job y a su familia era un castigo merecido de Dios. No obstante, Job sabía que lo que estaba sufriendo no se trataba de un castigo. ¿Cómo podría estar tan seguro? Desde luego, no era porque Job se creía perfecto. Vemos en sus discursos, que él reconocía que era un pecador. Pero si prestamos atención a su forma de orar, encontramos la verdadera fuente de su confianza. Tal como el salmista en el Salmo 139 pedía que Dios le examinara y revelara su pecado, Job aquí hace lo mismo, pidiendo que Dios le mostrara cualquier iniquidad, pecado o transgresión. Ya que Dios no traía convicción a su corazón por un pecado específico, Job sabía que Dios no podría estar castigándole. Sus amigos le acusaban de todo tipo de pecado, pero Job sabía que ya había confesado todos sus pecados a Dios y que había recibido de Dios el perdón. Es muy importante que oremos nosotros también esta misma oración. Y por cierto, es una oración que Dios siempre contesta. Nuestro mayor peligro, después de todo, en la vida espiritual es deslizarnos hacia el pecado sin darnos cuenta. Pero Dios ha puesto en nosotros el don del Espíritu Santo en parte para avisarnos de nuestros pecados para que podamos confesarlos y abandonarlos.
Pidamos hoy que Dios nos haga reconocer nuestros pecados para que los podamos confesar, abandonar y recibir perdón. (David Bell)
MelP_308-Job_7_7
9 JUL 2024 · «Acuérdate que mi vida es un soplo, Y que mis ojos no volverán a ver el bien.» (Job 7:7)
Como vimos en el capítulo 1, la primera reacción de Job en su prueba era ejemplar. En vez de quejarse o amargarse contra Dios, adoró sin atribuir a Dios despropósito. Job estaba dispuesto a confiar en Dios a pesar de las dificultades. Pero conforme se prolongue el dolor de Job y bajo los “consejos”, o mejor dicho, los juicios de sus amigos, Job empieza a luchar para encontrar la esperanza. Como lo expresa en esta oración a Dios, Job empieza a sospecha que jamás volverá a ver el bien en esta vida porque es demasiado efímera, un mero soplo. Job tiene razón. Esta vida es corta, un mero soplo. Pero Job ignoraba dos cosas. Primeramente ignoraba que incluso en ese momento de su vida Dios tenía un buen propósito en estas pruebas. Es precisamente lo que descubrimos al final del libro. Dios estaba llevando a Job a poder conocerlo mejor. Nuestro gran peligro en la prueba es perder de vista el propósito bondadoso de Dios en la vida de sus hijos. Hay momentos en que todo parece tan negro que nos es fácil caer en la trampa de perder la esperanza y creer que nada bueno podría salir de nuestras pruebas. Pero también ignoraba Job que Dios no está limitado a esta vida efímera para hacernos el bien. Tiene incluso toda la eternidad para demostrarnos su bondad.
Debemos guardar nuestra fe y confianza en nuestro buen Dios, que puede usar cualquier situación para nuestro bien final y para su gloria (Romanos 8:28). (David Bell)
MelP_307-Job_1_22
8 JUL 2024 · «En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.» (Job 1:22)
El libro de Job comienza con una descripción de Job: era un «hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal» (1:1b). Ahora bien, es importante entender que esto no significa que Job no fuera pecador. Como nos recuerda la Biblia en muchas ocasiones, cada ser humano que ha vivido en esta tierra es un pecador delante de Dios. Más bien debemos entender que Job era perfecto o maduro, en el sentido que temía a Dios, vivía consciente de su relación con Dios. Y Job era recto, en el sentido que buscaba apartarse del mal. Pero donde vemos el verdadero significado de esta primera descripción es su primera reacción a la pérdida de todas sus posesiones y de sus hijos. Literalmente, de un día para otro, Job se encontró completamente desnudado de todo lo que había conseguido en su vida. Pero en vez de quejarse y cuestionar a Dios —una reacción sumamente humana que todos hemos experimentado— encontramos a Job de rodillas delante de Dios en adoración. Job estaba reconociendo que todo lo tenía había venido de la mano de Dios y por lo tanto había pertenecido a Dios desde el principio.
Job es un ejemplo para nosotros en las dificultades. En vez de enfadarnos con Dios porque no entendemos por qué ha permitido algo difícil en nuestras vidas, debemos adorar a Dios y buscar confiar en Él. Cualquier otra reacción es pecado. (David Bell)
MelP_178-Filipenses_3_12
6 JUL 2024 · «No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.» (Filipenses 3:12)
En Filipenses, Pablo comparte varios aspectos de su pensamiento que determinan sus acciones. En el capítulo tres vemos varias imágenes de su propósito de vida. Aquí nos prepara para la metáfora de la carrera en se encuentra dos versículos más adelante en el versículo 14 hablando de “asir aquello”. Esta frase nos habla de lograr la meta final. En el contexto lo que está intentando agarrar es el momento de la resurrección en que será transformado con un cuerpo glorificado. Lo describe como ser perfecto o completo. Pablo aclara que no lo ha alcanzado todavía, sino que corre hacia esta meta. Pero quizás lo más interesante de este texto es lo que revela Pablo acerca de esta meta: dice que Cristo asió de él precisamente para ese propósito. O sea, Cristo salvó a Pablo para redimirle completamente, para transformar su cuerpo de pecado en uno que podría gozar de comunión en la presencia de Dios. Pablo fue asido por Cristo y por tanto deseaba con todo su corazón lograr asir de esta comunión perfecta y eterna con Él.
Nos conviene recordar esta verdad en nuestro andar diario. Fuimos abrazados por Cristo para transformarnos para que un día podamos abrazarle a Él. Y si tenemos esta esperanza, debemos seguir persiguiendo ser completos, obedientes a la voluntad de Dios para nuestras vidas hoy. (David Bell)
MelP_183-Colosenses_2_14
5 JUL 2024 · «anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz» (Colosenses 2:14)
Así es como el apóstol describe nuestra salvación. Cuando habla del ""acto de los decretos que había contra nosotros"", debe venir a la mente la imagen de una notificación oficial de deuda, una carta certificada de los juzgados que amenaza con medidas judiciales si no pagamos una deuda. El problema, sin embargo, es que la deuda aquí referida es una que jamás podríamos pagar. Como pecadores, esa es nuestra condición delante de Dios. Violamos las leyes de nuestro Creador y la multa o, como dice Pablo en Romanos 6:23, la paga de nuestro pecado es la muerte. Irremisiblemente merecemos morir. Así es nuestro estado natural como pecadores, nuestra condición sin Cristo. Pero Cristo tomó este documento acusador y lo quitó de en medio, clavándolo en su propia cruz. Y así satisfizo para siempre nuestra deuda delante de Dios. En la cruz Cristo pagó mi deuda y yo conseguí una nueva deuda, una deuda de gratitud.
Gocemos hoy de esta gratitud por la libertad que es nuestra por la cruz de Cristo. (David Bell)
MelP_463-Efesios_4_27
4 JUL 2024 · «ni deis lugar al diablo.» (Efesios 4:27)
En este versículo corto, encontramos un buen consejo para tener en cuenta cada día. El pensamiento es sencillo: puesto que Satanás siempre busca atacarnos para hacernos tropezar, no debemos hacer nada que podría aprovechar el tentador para hacernos caer. La verdad es que muchas veces hacemos cosas que abren una puerta de par en par al diablo para tentarnos. Ahora, en el contexto específico de este versículo, Pablo está hablando de la ira. Nos dice que no debemos dejar que se ponga el sol sobre nuestro enojo (4:26). La idea principal del pasaje es que debemos tratar con las situaciones que causan ira de manera diaria para que las situaciones que causan ira se vayan acumulando en nuestra vida. Cada día debemos perdonar o entregar a Dios lo que nos ha sido motivo de enojo y frustración. Si guardamos en nuestro corazón aquellas frustraciones o males, dejándolos acumularse, estamos regalando al diablo una oportunidad perfecta para atacarnos con la amargura. Pero si cada día tomamos un poco el tiempo para tratar los problemas o, si está fuera de nuestro control, entregar las frustraciones y los males al Señor, no sólo cerramos la puerta al diablo sino también abrimos la puerta a que el Señor nos ayude a empezar cada día frescos y sin amarguras.
Siguiendo este simple consejo de la Palabra, fastidiaremos al diablo, quitando de sus manos las oportunidades para atacarnos gratuitamente con el enojo y la amargura. (David Bell)
Un versículo de la Biblia junto con una meditación y una aplicación.
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