MelP_664-Esdras_4_4
Jun 29, 2022 ·
2m 30s
Download and listen anywhere
Download your favorite episodes and enjoy them, wherever you are! Sign up or log in now to access offline listening.
Description
«Pero el pueblo de la tierra intimidó al pueblo de Judá, y lo atemorizó para que no edificara.» (Esdras 4:4) Cuando Esdras y los cautivos retornados echaron el fundamento y...
show more
«Pero el pueblo de la tierra intimidó al pueblo de Judá, y lo atemorizó para que no edificara.» (Esdras 4:4)
Cuando Esdras y los cautivos retornados echaron el fundamento y empezaron a reconstruir el templo de Dios en Jerusalén, los pueblos de alrededor no tardaron mucho en reaccionar. Por algún motivo, la reconstrucción del templo les parecía una amenaza, así que sobornaron a las autoridades para entorpecer y frenar las obras en Jerusalén. Todo esto tuvo su efecto sobre los judíos. Este versículo nos dice que fueron intimidados y atemorizados. Literalmente, el texto hebreo dice que los pueblos vecinos les estaban debilitando sus manos y desgastándolos. El propósito fue sencillo: cansarlos y desanimarlos para que no siguieran con lo que Dios les había mandado a hacer. Cuando buscamos servir a Dios, siempre habrá alguien en nuestro entorno que buscará poner trabas o resaltar lo negativo. Puede que nos sentamos con las manos debilitadas y tan desgastados que la tentación será abandonar. Pero la buena noticia es que Dios tiene fuerzas más que suficientes para fortalecer y rejuvenecer nuestras manos cansadas. Por eso Pablo animaba a los coloseneses con estas palabras: “fortaleceos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad” (Colosenses 1:11). Ssi tenemos a Dios de nuestra parte, ¡qué más da quién está en contra nuestra!
Pidamos hoy que Dios nos dé fuerzas y ganas para seguir adelante en nuestro andar diario con Él. (David Bell)
show less
Cuando Esdras y los cautivos retornados echaron el fundamento y empezaron a reconstruir el templo de Dios en Jerusalén, los pueblos de alrededor no tardaron mucho en reaccionar. Por algún motivo, la reconstrucción del templo les parecía una amenaza, así que sobornaron a las autoridades para entorpecer y frenar las obras en Jerusalén. Todo esto tuvo su efecto sobre los judíos. Este versículo nos dice que fueron intimidados y atemorizados. Literalmente, el texto hebreo dice que los pueblos vecinos les estaban debilitando sus manos y desgastándolos. El propósito fue sencillo: cansarlos y desanimarlos para que no siguieran con lo que Dios les había mandado a hacer. Cuando buscamos servir a Dios, siempre habrá alguien en nuestro entorno que buscará poner trabas o resaltar lo negativo. Puede que nos sentamos con las manos debilitadas y tan desgastados que la tentación será abandonar. Pero la buena noticia es que Dios tiene fuerzas más que suficientes para fortalecer y rejuvenecer nuestras manos cansadas. Por eso Pablo animaba a los coloseneses con estas palabras: “fortaleceos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad” (Colosenses 1:11). Ssi tenemos a Dios de nuestra parte, ¡qué más da quién está en contra nuestra!
Pidamos hoy que Dios nos dé fuerzas y ganas para seguir adelante en nuestro andar diario con Él. (David Bell)
Information
Author | David y Maribel |
Organization | David y Maribel |
Website | - |
Tags |
Copyright 2024 - Spreaker Inc. an iHeartMedia Company